Cuando María Teresa Guerra Ochoa, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Sinaloa subió al podio en Culiacán el 26 de junio de 2025, anunció la aprobación unánime de una reforma que busca cerrar la brecha salarial de género. La medida, parte de la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres, obliga a sectores públicos, privados y sociales a implementar acciones concretas para garantizar el mismo salario por trabajo de igual valor. El objetivo, según la diputada, es que las mujeres de Sinaloa dejen de ser invisibles en los directorios de las dos grandes corporaciones locales que forman parte de las 500 empresas más importantes de México.
Contexto histórico y legal
La igualdad sustantiva no es un concepto nuevo en la agenda nacional: la reforma constitucional de 2023, impulsada por la presidencia de Claudia Sheinbaum Pardo, introdujo la garantía de igualdad como principio fundamental. Sin embargo, la brecha salarial en México sigue rondando el 16 % según datos de la OECD (2022). En Sinaloa, los índices de participación femenina en la universidad superan el 60 %, pero esa presencia no se traduce en cargos de dirección en las empresas del estado.
El 11 de marzo de 2025, el Grupo Parlamentario Morena presentó ocho iniciativas dirigidas a fortalecer los derechos de las mujeres, entre ellas la que hoy ha sido aprobada. La reforma se alinea con la Ley General de Igualdad Sustantiva, que exige a los empleadores certificar prácticas equitativas.
Detalles de la reforma aprobada
Los puntos más relevantes son:
- Obligatoriedad de aplicar medidas efectivas para reducir la brecha salarial en los sectores público, privado y social.
- Creación de un registro estatal de centros de trabajo certificados en igualdad laboral, que quedará a cargo de la Secretaría del Trabajo del estado.
- Emisión de certificados de igualdad y no discriminación como parte de la política pública, con sanciones para empresas que no cumplan.
- Establecimiento de auditorías anuales y la publicación de resultados en la plataforma digital del Congreso.
La diputada Guerra Ochoa enfatizó que la medida no depende de cuotas, sino de la capacidad y desempeño de las mujeres: "Cuando una mujer ocupa un puesto de alta dirección, lo hace por su productividad, no por una reserva".
Reacciones de los actores clave
El presidente del Estado, Rubén Camacho, declaró que la reforma "marca un antes y un después" en la política laboral sinaloense. Por su parte, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Sinaloa mostró cautela, indicando que necesita tiempo para adaptarse a los nuevos requisitos de certificación.
En el ámbito empresarial, una portavoz de una de las dos grandes corporaciones citó la necesidad de "un proceso de transición estructurado" y solicitó apoyo técnico del gobierno para cumplir con los estándares.
Los sindicatos locales aplaudieron la iniciativa, señalando que la reducción de la brecha salarial podría traducirse en un aumento del gasto interno y, por ende, en mayor dinamismo económico.
Impacto esperado en el sector privado y la sociedad
Según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las empresas que reducen la brecha salarial pueden experimentar un crecimiento del 5 % en productividad. Además, la igualdad de ingresos fortalece el consumo de los hogares, lo que beneficia al comercio local.
Para las mujeres, la reforma abre puertas a roles de dirección que antes estaban reservados a hombres. "Ya no seremos una fuerza invisible en los directorios", comentó Ana López, ingeniera de la industria petrolera y activista de género.
En el plano social, se espera que la certificación de igualdad reduzca casos de discriminación y mejore la percepción de equidad en el entorno laboral, lo que podría disminuir la rotación de personal y los costos asociados.
Próximos pasos y desafíos
El Congreso ha establecido un plazo de ocho meses para que todas las empresas registren sus procesos y soliciten la certificación. Se prevé la creación de un programa de capacitación con la Universidad Autónoma de Sinaloa para apoyar a pymes en la implementación de políticas salariales justas.
Un reto importante será la fiscalización. La auditoría del Estado deberá contar con recursos suficientes y personal especializado para evitar que la certificación se convierta en un mero trámite.
Mientras tanto, Guerra Ochoa reiteró su compromiso: "Seguiremos trabajando para que cada mujer sinaloense sienta que su trabajo es valorado al mismo nivel que el de un hombre".
Preguntas frecuentes
¿Cómo afecta la reforma a las pequeñas y medianas empresas?
Las PYMES deberán registrar sus prácticas salariales y, si no cumplen, podrían perder la certificación de igualdad, lo cual podría limitar su acceso a licitaciones públicas. Se ofrecerán talleres gratuitos a través de la Universidad Autónoma de Sinaloa para facilitar la transición.
¿Qué mecanismos de sanción contempla la ley?
Las empresas que no presenten el certificado en el plazo establecido podrán recibir multas de hasta 200 mil pesos y, en casos graves, la suspensión de contratos con el Estado.
¿Cuándo entrará en vigor la certificación de igualdad?
Los primeros certificados se emitirán a finales de 2025, después de que la Secretaría del Trabajo complete la fase de auditoría preliminar.
¿Qué papel juega la Presidencia de la República en esta reforma?
La reforma se inspira en la Constitución que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo promovió en 2023. Además, el gobierno federal financiará programas de apoyo a mujeres mayores de 60 años y a indígenas a partir de esa edad.
¿Cuál es el objetivo a largo plazo de esta iniciativa?
Más allá de cerrar la brecha salarial, la medida busca normalizar la presencia femenina en los directorios empresariales, impulsar la productividad y consolidar a Sinaloa como referente nacional en igualdad sustantiva.
Comentarios
¡Vamos Chile, que la igualdad ya llegó!
Esta reforma es un paso importante para nuestras mujeres. Los datos de la OCDE ya mostraban la brecha, ahora hay una herramienta concreta para cerrarla. Ojalá las pymes reciban el apoyo necesario.
Desde el punto de vista laboral, la certificación obliga a transparencia salarial. Eso facilita auditorías y evita que se oculten salarios bajos para ciertos grupos. Además, la capacitación con la Universidad Autónoma será clave para que las pequeñas empresas comprendan los nuevos requisitos.
Me parece que esta medida, aunque bien intencionada, podría generar burocracia excesiva. No estamos hablando solo de cifras, sino de la cultura empresarial que tarda años en cambiar. Si se impone sin flexibilidad, podríamos ver resistencia y quizá sanciones que perjudiquen a los negocios.
Sin duda, la iniciativa presentada por la diputada Guerra Ochoa representa una oportunidad histórica para Sinaloa y, por extensión, para todo México. La brecha salarial del 16 % que señala la OECD no es solo un número; refleja desigualdades que se traducen en menor poder de consumo y en barreras al desarrollo profesional de las mujeres.
Al obligar a sectores públicos, privados y sociales a implementar medidas concretas, se crea un marco de rendición de cuentas que antes no existía. La creación del registro estatal de centros de trabajo certificados en igualdad laboral permitirá visibilizar las empresas que cumplen y, lo que es igual de importante, aquellas que quedan rezagadas.
Las auditorías anuales y la publicación de resultados en la plataforma digital del Congreso aportarán transparencia y podrán servir como referencia para otras entidades federativas.
Además, el vínculo con la Universidad Autónoma de Sinaloa para capacitar a pymes es una pieza clave; muchas pequeñas empresas carecen de recursos y conocimientos para ajustar sus políticas salariales sin un acompañamiento técnico.
El impacto económico proyectado, como el aumento del 5 % en productividad citado por el IMCO, refuerza el argumento de que la igualdad no es una carga, sino una inversión. Cuando las mujeres perciben salarios justos, su poder de consumo se eleva, dinamizando el comercio local y generando un círculo virtuoso para la economía regional.
Por otro lado, la reforma también busca transformar la cultura corporativa, rompiendo con la invisibilidad de las mujeres en los directorios. Esa visibilidad es esencial para inspirar a las nuevas generaciones y para demostrar que el liderazgo femenino no es una excepción, sino una norma.
Los retos no son menores: la fiscalización requiere recursos y personal especializado, de lo contrario la certificación podría convertirse en un mero formalismo. Sin embargo, la voluntad política mostrada por el presidente del estado y la participación activa de los sindicatos auguran un escenario favorable para superar esos obstáculos.
En síntesis, la reforma abre la puerta a una Sinaloa más equitativa, productiva y competitiva. Si se implementa con rigor y con el apoyo necesario, podría convertirse en un modelo replicable a nivel nacional.
Desde la perspectiva sistémica la certificación funciona como un checkpoint de integridad operativa y, si se alinea con métricas de desempeño, genera sinergia entre compliance y productividad.
Lo que no dicen es que detrás de esa certificación hay una agenda de control social que busca moldear la fuerza laboral a un modelo único, algo que nunca se discute en los foros oficiales.
Wow, ¡qué noticia! 😲 Esto me da esperanza para mi sobrina que quiere entrar al mundo corporativo. ✨
Excelente paso, ¡bravo! 😊 Espero que la implementación sea ágil y sin trabas.
Ah, sí, porque en 2025 la brecha salarial se va a cerrar con un par de certificados. Qué facilidad.